Con la colaboración de Luis Espinosa en sonido.
Acción participativa en la que permito que lo lúdico, lo poético deje paso a la construcción de sentido. La batea tiene un dispositivo que amplía el sonido de la gota golpeando en ella. Ese sonido a su vez es modificado por una pequeña consola reciclada construida por Luis Espinosa.
Los sonidos comenzaron a entrelazarse por acción de los participantes creando una música hipnótica. Una vez concluido el juego, les entregué unas capsulitas que guardaban una frase acerca del silencio y la reflexión a la que habilita ese espacio al que no estamos acostumbrados los occidentales.
Fotos de Umbral